jueves, 1 de julio de 2010

Antropología de la Pobreza: Cinco Familias.

Lewis, Oscar
Este libro nos sumerge a la vida cotidiana de cinco familias mexicanas, en la cual, en su investigación él ha querido denotar cómo es la vida cotidiana de las familias pobres.
Como lo plantea el autor, que en el SXIX cuando las ciencias sociales aún estaban en su infancia, el trabajo de registrar los efectos del proceso de la industrialización y la urbanización sobre la vida personal y familiar, lo realizaron novelistas, dramaturgos, periodistas etc. Y cómo esto ha venido a afectar a muchas familias en el mundo.
Por tanto, los datos recolectados sobre la familia, el autor los organiza. Todos los elementos que logra recabar sobre la cultura material, la vida económica, las relaciones sociales, la vida religiosa. Los cuales los obtuvo por medio de las entrevistas, observaciones prolongadas y así lograr construir los aspectos de la vida de cada uno de los miembros de las familias a estudiadas.
El autor en cuanto a la recopilación de estos datos le llama: Realismo Etnográfico. Ya que no es una etnografía que usualmente es utilizada en antropología, aunque sus miembros no son inventados sino se trate de personas reales.
Lo importante de este documento es que nos introduce a una forma de realizar antropología bajo otros parámetros que son pertinentes para la disciplina. La importancia de conocer, comprender de cómo ellos viven, se comunican, se relacionan, sus costumbres, sus gustos. Además la forma de cómo son educados los hijos e hijas.
Lo evidente en este caso también es la representación que nos hace el autor de las familias de vida rural y las familias de vida urbana. De cuales son sus características, organización y relaciones sociales. Y de cómo estás cambian cuando los miembros de la comunidad se trasladan de ciudad, se cambian de religión, de iglesia etc.
Entonces se enmarca muy bien la dicotomía entre lo moderno y lo tradicional. Que como hemos venido viendo las sociedades crean productos culturales pero en base a los elementos que ya tienen inmersos en sus culturas. Entonces, se refuta el paradigma que se tiene que lo moderno iba a remplazar lo tradicional pero no fue así. Ambos elementos coexisten en las familias en la actualidad.
Los aportes presentados por el autor en este libro son muy importantes e idóneos para realizar nuevas aproximaciones a la antropología de la pobreza. Ya que él pone al descubierto el rostro humano de la pobreza, y en ciertos casos la idealiza. Pero que sin duda hace el intento de aproximarse a este tema sobre la familia y la pobreza, ya no desde la estadística sino desde la antropología.



Lewis, Oscar
1965 "Antropología de la Pobreza: Cinco Familias". México. Fondo de Cultura Económica. Págs. 302.

Un Mundo Desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas

Giddens, Anthony
El autor nos introduce a un debate interesante donde la familia se enmarca en los conflictos entre tradición y modernidad concebidas y pensadas por el occidente.
Las características que son otorgadas a las familias tradicionales son los siguientes: en primer lugar, era una unidad económica donde la producción agrícola involucraba a todo el grupo familiar, y en las clases acomodadas y la aristocracia la propiedad era la base del matrimonio, el matrimonio por amor no se practicaba. En segundo lugar, las desigualdades entre hombres y mujeres estaban intrínsecas en la sociedad. Y por último, las mujeres ni los niños tenían derechos legitimados. Además es importante señalar que las relaciones homosexuales estaban condenadas en la sociedad, ya que no eran aceptadas porque se consideraban antinatural.
Los efectos de la globalización en nuestros días no deben considerarse como se ha venido planteando desde diversas investigaciones, tan sólo bajo esfera económica. Si no debe de verse las demás implicaciones tal es el caso de la vida cotidiana de las diversas sociedades. Sean desarrolladas o consideradas sociedades en vía de desarrollo.
Ya que, todas las sociedades están siendo condicionadas por el efecto que ha producido la globalización. La tecnología, la comunicación ha incidido tanto en la vida cotidiana de las personas en diferentes partes del mundo como en la familia misma.
Sin embargo, bajo el paradigma de desarrollo, globalización, modernización y progreso. La coexistencia de las formas tradicionales se ha mantenido y cada vez más se amoldan o conviven con nuevas formas de familia. La familia a través del tiempo ha venido cambiando y transformando de acuerdo al contexto social –histórico que la determina.
“institución concha” concepto aportado por el autor, donde explica que la mayoría de instituciones han conservado el nombre pero ha ocurrido una modificación, ya que su función ha cambiado. Por ejemplo la familia y el matrimonio.
Ahora bien, las sociedades occidentales son consideradas “modernas”, mientras tanto, para las sociedades tradicionales: las relaciones desiguales, patriarcales, con fuertes intereses económicos en ciertos casos sigue predominando. Además el cambio que ha tenido la visión sobre la sexualidad y la procreación. Donde no siempre una relación sexual llevará a la reproducción.
Hoy en día las relaciones varían modificando a las familias en estructura, relaciones etc. Ya que algunos elementos que ahora son analizados e investigados por profesionales temas relacionados a: Homosexualidad, procesos migratorios, internet etc. Y cómo éstos intervienen en la nueva relación familiar.
Además de aspectos tales como las relaciones de las parejas, el romanticismo, “la relación pura”, el amor. Es decir, se espera que las relaciones son igualitarias en funciones, roles, confianza y comprensión. Así mismo, las relaciones entre padres e hijos, se pueda basar en la confianza y la amistad. Donde, el hijo pueda opinar y replicar por alguna orden, ya que se acentúan los conflictos generacionales.
Las mujeres y esposas ya logran obtener una educación adecuada para competir con el hombre, obtienen mayor independencia y autonomía. Tanto en lo económico como en lo social.
Se entiende que una buena relación es ideal, y que a su vez, está ligada por igualdades en la pareja. Donde cada parte tiene los mismos derechos y obligaciones, en que cada persona tiene respeto, comunicación y responsabilidades mutuas. Así mismo, una buena relación está libre de poder arbitrario, coerción o violencia. Y así, nace una democracia de las emociones en la vida diaria. Una democracia de las emociones no especifica falta de disciplina o carencia de respeto. Busca, darles una nueva dimensión.
Una democracia de las emociones no haría distinciones, por principio, entre relaciones heterosexuales y homosexuales. Por lo tanto, Hablar de fomentar una democracia emocional no implica debilidad respecto a los deberes familiares, ni sobre las políticas públicas hacia la familia. Democracia significa aceptación de obligaciones, además de derechos protegidos en la ley.
Para ir concluyendo el autor se pregunta: ¿Qué pasa con las zonas donde la familia tradicional permanece casi intacta? ¿Se volverán los cambios observados en Occidente más y más globales? Su respuesta es SI, y de hecho ya mismo se están produciendo.


Giddens, Anthony
2003 "Un Mundo Desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas" (traducido por Pedro Cifuentes), editorial Taurus, México, 65-79.

“Género y Parentesco Reconsiderados: Hacia un Análisis Unificado”

YANAGISAKO, Sylvia y COLLIER, Jane
El objetivo que se plantean las autoras es revitalizar los estudios sobre el parentesco y situar los estudios sobre género en el centro teórico de la antropología, cuestionando los límites entre ambos campos de estudio. Además retoman el análisis cultural del parentesco que aportó Schneider como una herramienta básica para la comprensión de la interrelación entre el parentesco y otros dominios.
Es decir, el parentesco no es un dominio aislado y discreto de significados, sino que sus significados son atribuidos a las relaciones y acciones del parentesco derivados de dominios culturales, así mismo se incluye religión, etnicidad, nacionalidad, género, clases social y el concepto de “persona”. Simultáneamente, las autoras al igual que Schneider rechazan que las unidades fundamentales del parentesco sean las relaciones genealógicas. Por tanto, separar el estudio del parentesco de los hechos biológicos.
Sin embargo, como lo plantean las autoras no solo las ideas acerca del género son centrales para el análisis del parentesco, sino también viceversa. Aunque persiste en la convicción sobre las diferencias biológicas entre los roles desarrollados por las mujeres y los roles desarrollados por los hombres. Así mismo, los teóricos del parentesco, analistas de géneros señalan que hay consecuencias sociales especificas que derivan de estás diferencias entre hombres y mujeres.
Donde se referirá para “sexo” las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, y “género” cuando se hable a cerca de los constructos sociales, culturales y psicológicos que imponen las diferencias biológicas.
Así como es señalado por las autoras aunque los estudios de género y parentesco parten de lo que se ha venido construyendo, como los mismos hechos biológicos de la reproducción sexual, podrían orientarse en direcciones analíticas diferentes, es decir, el parentesco, al carácter social de las relaciones genealógicas; y el género al carácter social de las relaciones hombre-mujer (así también hombre-hombre y mujer-mujer). Además no debe considerarse que en todas las sociedades el parentesco crea al género o viceversa.
El primer paso para trascenderlas es tanto, comprender el modelo Folk de la reproducción humana, el cual subyace a las categorías y dicotomías analíticas que han dominado tanto los estudios de género como los de parentesco. Y también antes de aceptar que las sociedades están constituidas por dominios institucionales que son explicables funcionalmente, plantean que se debe investigar los procesos sociales y simbólicos por los cuales las acciones humanas vienen a tener consecuencias y significados, envolviendo su aparente organización en dominios sociales que parecen ser “naturales”.
Simultáneamente, parten que los sistemas sociales son sistemas de desigualdad. Según muchas definiciones, una sociedad es un sistema de relaciones sociales y valores; consecuentemente, es un sistema de relaciones sociales en el que no todas las cosas y acciones son iguales. Cada sociedad tiene “una estructura de prestigio”.
Entonces cabria cuestionarse ¿qué son los valores culturales de una sociedad? Y ¿qué procesos sociales organizan la distribución de prestigio, poder y privilegio? A lo mejor ni se encuentren los valores culturales ni los procesos sociales que discriminan entre los sexos en las sociedades. Es decir, se trataría de un sistema de desigualdad que no reconoce los géneros.
A partir de lo expuesto anteriormente, donde los sistemas sociales son sistemas de desigualdad, proponen un programa analítico con tres etapas:
a) El análisis cultural del significado. comenzar explicando los significados culturales que la gente actualiza por medio de su práctica de las relaciones sociales. Antes de suponer que las unidades fundamentales de género y parentesco de cada sociedad se definen por la diferencia entre hombres y mujeres en la reproducción social, deberíamos preguntarnos cuáles son las categorías socialmente significativas que la gente emplea y encuentra en contextos sociales específicos y qué símbolos y sentidos subyacen.
Los aspectos como el género, la sexualidad y la reproducción son tratados como símbolos, conferidos con significados por la sociedad, como lo son todos los símbolos. Estos símbolos y significados, son siempre evaluativos. Ya que la sociedad juzga los símbolos.
b) Modelos sistémicos de desigualdad. La construcción de modelos sistémicos de desigualdad se deba hacer de un tipo particular. El tipo de modelo que proponen traza relaciones complejas entre aspectos que, usando categorías analíticas convencionales, serían llamadas género, parentesco, economía, política, y religión. Tales modelos sistémicos no privilegian ningún dominio sobre otro.
c) Análisis histórico. Sugieren que la contribución del feminismo para el estudio de género y parentesco debería ser cuestionar la diferencia biológica entre hombres y mujeres, la diferencia biológica particular en la función reproductiva que nuestra cultura define como la base de la diferencia entre los masculino y lo femenino, y por lo tanto trata como la base de su relación, sea usada por otras sociedades para constituir las categorías culturales de masculino y femenino.
Al final del ensayo las autoras proponen cuestionar la universalidad de los supuestos concebidos entre la diferencia hombres y mujeres. Ya que en su mayoría los estudios de género como los de parentesco se han fundado en los supuestos no cuestionados sobre la diferencia biológica dada en los roles de hombres y mujeres en la reproducción sexual, el cual constituye el centro de la organización social del genero, tanto como lo constituye la red genealógica en el centro del estudio de parentesco.
Entonces, como investigadores tenemos que valorar los métodos y herramientas a utilizar; tanto que se acoplen a las necesidades del contexto en el cual se está investigando. Para así, realizar una trabajo importante y que pueda aportar a los estudios que se están realizando en esta disciplina.

YANAGISAKO, Sylvia y COLLIER, Jane. “Género y Parentesco Reconsiderados: Hacia un Análisis Unificado”.

“El Problema del Incesto”

Robin Fox
En la prohibición de incesto es necesario develar dos asuntos, los cuales se encuentran inmersos y que en ocasiones han sido concebidos de la misma forma; los cuales son: la exogamia (matrimonio) y el acto sexual (incesto). Fox estudia la tendencia universal a prohibir, impedir, las relaciones sexuales intrafamiliares. Y existe el supuesto en que si la prohibición no existiese la gente se inclinaría por transgredir esa regla; es decir, se inclinarían por el incesto.
Los objetivos del capitulo es explicar el tabú del incesto. Además busca comprender por qué fue instituido en principio el tabú o por qué persiste. Ahora bien, la explicación del incesto está valorada en los siguientes aspectos:
Por qué las relaciones sexuales intrafamiliares sexuales serían desastrosas,
Por qué hay practicas y prohibiciones sobre el incesto y
A qué deviene su carácter universal.
El hecho del por qué seria desventajoso en una sociedad o en una familia especifica la practica del incesto. Con respecto a este punto se a desarrollado diferentes aspectos. Una de ellas menciona que la vinculación a este tipo de relaciones en una misma familia ocasionaría confusiones dentro de la misma, ya que no cabría la lógica de compartir entre los diferentes miembros de la comunidad, sino dentro de la familia.
Otro aspecto es el biologicista, donde sostiene que si el incesto se prescribe conllevaría a trastornos genéticos ocasionando deformaciones en las generaciones siguientes.
Ahora bien, a pesar de los aspectos presentados y las diferentes explicaciones pretenden ser universales, y como resultado se contradicen entre ellas y se presentan irreconciliables. Ya que, las diferencias que existe de cómo se concibe la prohibición del incesto en cada una de las sociedades, varía; es decir, no tiene una respuesta universal que englobe a cada una de las sociedades en las cuales se practique y se prohíban el incesto.
Por tanto, el autor concluye en que el tabú del incesto forma parte de nuestra herencia cultural, independiente de su origen, donde se ha integrado a nuestras instituciones y se mantienen a lo mejor, porque existen factores biológicos que contribuyeron a su asimilación de los sentimientos de culpabilidad e inhibición en las tempranas experiencias sexuales.
Entonces, lo que nos enmarca esta lectura es que en todas las sociedades existe la prohibición del incesto, aunque en cada sociedad sea asimilado de una forma diferente. Por tanto, los nuevos investigadores tienen que tomar en cuenta estás variaciones y así denotar como este ha adquirido características diferentes que deben ser estudiadas en si misma, para que después si se quiere realizar un trabajo comparativo con los resultados de investigaciones de otras sociedades.

Fox, Robin
1972 “El Problema del Incesto” en: Sistemas de parentesco y matrimonio. Madrid: Alianza.

¿Existe una familia? Nuevas perspectivas en antropología

Jane Collier Michelle Z. Rosaldo Sylvia Yanagisako
El artículo ha sido desarrollado por tres autoras que se realizan una pregunta simple pero que trae diferentes significados y connotaciones en cuanto a su respuesta. Quienes nos hemos planteado ésta pregunta, es simple según ya tiene concepción universalmente aceptada. Y ellas argumentan que por tanto somos incapaces de apreciar la profunda importancia de lo que son las ideologías de relaciones intimas que varia de cultura a cultura.
El ensayo está dividido en tres partes. La primera examina el significado de “La Familia” en las ciencias sociales a través del trabajo desarrollado por Bronislaw Malinowski; quien de acuerdo a las autoras convenció a los científicos sociales de que La Familia era una institución humana universal.
La segunda toma el trabajo de los científicos sociales y pensadores del siglo XIX a quienes Malinowski refutó, ya que ellas pretenden mostrar que Malinowski se equivocó al plantear a la Familia como institución humana universal, y para ellas es importante explorar el trabajo de los pensadores que no cometieron los mismos errores de Malinowski.
Y por último nos introducen en las reflexiones “correctas” de los teóricos decimonónicos para mostrar algunas implicaciones en cuanto a entender a La Familia, no como una institución concreta diseñada para satisfacer necesidades humanas universales sino más bien, como una construcción ideológica asociada al estado moderno.
Para Malinowski la familia constaba de tres características, las cuales derivaban de la función universal de la familia “crianza” de los niños. En primer lugar, las familias deben constan con fronteras claras. En segundo lugar, la familia debía tener un lugar donde sus miembros puedan estar juntos para llevar a cabo las tareas que se relacionaban al cuidado y crianza de los niños. Y por último, los miembros de la familia sentían afecto los unos con los otros.
Bajo estos elementos el libro de Malinowski sobre los aborígenes australianos dio pautas para los científicos sociales sobre el concepto de familia; el cual constituía una función universal, la “crianza” de los niños. Pero de acuerdo a las autoras esta concepción se basaba en: a) un conjunto definido de personas que se reconocían entre ellas y se distinguían de otros conjuntos similares; b) un espacio físico definido, un fuego y un hogar, y finalmente, un conjunto de particular de emociones, cariño familiar.
Según las autoras la familia como institución meramente para la “crianza” de los niños ha logrado ser duradera porque ese aspecto es una función principal de la familia; mayormente en las sociedades industriales. Pero que sin duda cuestionan el concepto presentado por Malinowski:
“…el error en el razonamiento de Malinowski es el mismo que se encuentra en todo análisis funcionalista: que una institución social parezca desarrollar una función necesaria no quiere decir ni que la función no se llevaría a cabo si la institución no existiese, ni que la función sea responsable de la existencia de esta institución…” (Collier, Rosaldo, Yanagisako, 5: 1997)
Y por tanto, las autoras toman en cuenta las propuestas presentadas por los científicos y pensadores sociales del siglo XIX. Ya que refutan la propuesta de plantear a la Familia como una institución humana universal. Y es necesaria verla desde otras aristas, además se plantean dos cuestiones importantes: a) por qué los pensadores sociales continúan creyendo en la Familia, como institución universal; y b) consiste en explorar si la tradición antropológica ofrece alguna alternativa a la visión “natural necesaria” de las familia. Entonces, según ellas a partir de realizar una exploración a profundidad de éstas dos cuestiones, podremos acercarnos a discernir “nuevas perspectivas antropológicas” para la familia en la actualidad.
Aunque las autoras, aclaran que sí bien la mayoría de científicos sociales modernos heredaron los prejuicios victorianos que tienden a unificar a la mujer y la familia como un conjunto aparentemente inmutables de necesidades biológicas dadas. Sin duda ellos entendieron que la familia como las religiones, la economía, los gobiernos o las leyes, no son inmodificables, sino son producto de variadas formas sociales. Es decir, que de acuerdo al contexto socio histórico así será la construcción y concepción de la familia.
Por tanto, la familia en su sentido moderno es concebida como: una unidad biológica y legalmente definida, asociada a la propiedad, la autosuficiencia, con el afecto y el espacio “dentro” del hogar. Concepción que según las autoras emerge de las formas sociales del complejo gobierno del estado.
Sin embargo, las autoras señalan que La Familia no se debe concebir como una “cosa” concreta para satisfacer “necesidades” concretas, sino que es una construcción ideológica con implicaciones morales, en el cual, se puede hacer un análisis más profundo del cambio histórico en La Familia americana y occidental, que el que fue heredado por los funcionalistas.
No obstante, cuando por fin le prestemos atención a la familia como unidad ideológica, podremos develar el complejo proceso dialectico entre las relaciones familiares y la Familia en sí misma.




Jane Collier Michelle Z. Rosaldo Sylvia Yanagisako. ¿Existe una familia? Nuevas perspectivas en antropología.

miércoles, 30 de junio de 2010

El surgimiento de la familia nuclear en México.

Esteinou, Rosario
En el campo de estudios sobre la familia es común escuchar las críticas y los rechazos que se tienen respecto a la familia nuclear, es decir, del grupo de parentesco conformado por los padres y sus hijos dependientes. Se critica su visión biologista y patriarcalista acerca de la construcción de género, así como la desigualdad que se establece en sus relaciones internas.
El presente trabajo tiene como objetivo describir el proceso por el cual se ha dado el surgimiento de la familia nuclear moderna en México, tomando como eje central tres dimensiones analíticas: la estructura familiar, las relaciones familiares y las relaciones de parentela. Y propone plantearse a la familia nuclear como un entramado de relaciones socioculturales, no surgió durante el periodo colonial sino hasta finales del SXIX.
La estructura familiar: comprende al grupo de personas que viven bajo el mismo techo, la amplitud y composición de este agregado de corresidentes, las reglas con las cuales éste se forma, se transforma y se divide.
Las relaciones familiares: incluye las relaciones de autoridad y de afecto al interior de este grupo de corresidentes, los modos a través de las cuales éstos interactúan y se tratan, las emociones y los sentimientos que prueban el uno con el otro.
Las relaciones de parentela: son las relaciones existentes entre los grupos distintos de corresidentes que tengan lazos de parentesco, la frecuencia con la cual éstos se ven, se ayudan, colaboran y persiguen estrategias comunes para acrecentar, o al menos conservar, sus recursos económicos, su poder, su prestigio.
Según la autora, para comprender la importancia de éstas tres dimensiones es necesario describir cuál era el modelo dominante bajo el cual se construyó la sociología de la familia. El asunto de base se puede resumir en estos términos: al transitar de una sociedad simple a otra compleja, de formaciones históricos-sociales tradicionales a modernas, y por lo tanto, contemporáneas, la familia de ser extensa se volvía nuclear. En este transito, la familia se modificó, tanto en su estructura como en sus relaciones y en sus funciones.
Además la sociología hasta los años sesenta, derivó de una sustancia evolucionistas, donde a partir de pensadores del siglo XIX, permeó y condicionó las reflexiones sociológicas del siglo pasado. A Durkeim por ejemplo quien formuló la “ley” de contracción progresiva de la familia, también, la definió no en lo natural si no como una institución socialmente determinada. Y consideraba que la familia nuclear conyugal era el punto de llegada de la evolución. Donde del clan exógamo amorfo pasó a la familia clan –uterino o masculino, a la familia agnada no dividida, a la familia patriarcal romana, a la familia paterna germánica y a la familia conyugal –monogámica- moderna.
Consideraba a la familia nuclear aislada de la parentela particularmente “adecuada” para transmitir todo el sistema de valores de la sociedad americana, centrada en una filosofía del éxito y del logro social.
Mientras Parson, sistematizó los procesos de cambio en las estructuras familiares en términos de nuclearización y de especialización funcional. El nuclear se refiere al conjunto familiar, características: dinámica y procesual: las formas familiares tienden a la simplificación, formas de cohabitación con otros núcleos conyugales, centralidad de lealtad, dependencia parental (dentor de este grupo no se encuentra seguridad, apoyo, recursos de satisfacción de necesidades. La familia nuclear, conyugal se separa de ella y esto podemos advertirlo en los siguientes aspectos: la familia moderna es neolocal (espacial), la inserción en el mercado de trabajo la que determina el nivel del recurso a disposición de la familia (material) y la identidad, la seguridad del sujeto no tiene sus raíces en el reconocimiento en una comunidad adscriptiva (relacional afectivo).
La concepción evolutiva, supone un ordenamiento de las relaciones familiares que le corresponde, de tal manera, que conforme se pasa a este tipo de estructura se configuran ciertas relaciones familiares internas y una desvinculación con las de parentelas.
Un debate entre Parson y Litwak, donde la familia nuclear “familia modificada”, disfuncionalidad y la incapacidad de la familia nuclear “aislada” de afrontar el contexto urbano-industrial y la importancia en ese sentido de las relaciones de parentela. Mientras Loslett concluyó que la estructura familiar nuclear había sido una característica constante de la familia occidental, y que ésta precedió por siglo a la industrialización.
De acuerdo con Stone, la familia en particular la inglesa; había pasado tres diferentes tipos en tres épocas distintas:
“la familia de linaje abierto” de 1450-1630. Fuerte control por la parentela y la comunidad, las relaciones generacionales y conyugales eran distantes. Matrimonios arreglados, subordinación de la mujer, negligencia en la relación con los hijos, confiarlos a extraños en edad precoz e imposición de disciplina vejatoria.
“la familia nuclear patriarcal restringida” 1550-1700. Poder varón-marido-padre. La transición de está familia se dio por la configuración del estado moderno y la difusión del protestantismo. Se perdió el sentido de un linaje, disminuía la importancia de la parentela y la clientela. Debilitamiento de la red afectiva de parientes y vecinos de la estructura familiar, tendiendo ha aislar al núcleo central.
“la familia nuclear domestica cerrada” 1620-1800. Mayor cohesión interna en la familia, disminuía vínculo emotivo con el extraño y el debilitamiento por los grupos externos. Tendencia al patriarcado domestico, individualismo afectivo (principio de la nueva familia).
Así mismo, la industrialización en vez de crear a la familia nuclear, contribuyó a su difusión entre estratos y clases sociales que presentaban otras formas organizativas, hasta el punto de transformarla en la forma familiar predominante de la sociedad moderna. Mientras tanto de acuerdo a la relación entre las tres dimensiones podemos mencionar que, una estructura nuclear puede contener diversas formas de relaciones familiares, una familia extensa puede tener unas fincadas en le individualismo afectivo, en la mentalidad del mercado o el amor romántico.
A partir, de la conquista la evangelización la familia indígena redujo su tamaño y desarrollo una tendencia hacia la nuclearización.
Lo que revela este proceso de conformación de la familia nuclear es que cada una de las dimensiones señaladas siguió un curso distinto. Es decir, en la colonia se difundió la estructura nuclear, pero a mediados del siglo XIX se inició la conformación de relaciones familiares modernas de tipo nuclear.
Es en este momento donde la estructura y las relaciones familiares convergieron en una forma familiar específica que se difundió entre otros sectores de la sociedad mexicana. En cuanto a la relación de parentela, se diferenciaron más en el núcleo familiar. La difusión de este tipo de familia no se dio entre todos los sectores sociales, y por ello hasta en nuestros días observamos pautas de organización tradicional mayormente en las zonas rurales y los grupos indígenas.
Esteinou, Rosario
2005 "El Surgimiento de La Familia Nuclear en México", Revista de Estudios Novohispanos, t/v VOL. 31, JULIO-DIC. 2004, México, Pág. 99-136 en línea.

“Poder Mercado y Parentesco”

Olavarría, María Eugenia
Este texto nace a raíz de la deconstrucción de las teorías de los clásicos donde se planteaba que sí las ideas clásicas sobre el parentesco eran pertinentes en un contexto que estaba deslocalizado de las relaciones sociales.
Donde esta deslocalización hace referencia a: ciencia, tecnología, mercado y el poder (entendido como control de los sexos) que conllevan a un objetivo esencial en la visión de parentesco: la reproducción humana, como institución basado en el principio biológico que no abandonado sus preceptos clásicos y que se reintroduce bajo nuevos elementos.
El objetivo de la autora, consiste en hacer una crítica a estas tendencias con el valor de analizar el parentesco contemporáneo como un tipo de recomposición social que no se aleja mucho de sus valores clásicos. Es decir, para adentrarnos a las ideas de la autora, quien retoma a Godelier en su “concepto de traducción del orden social por el cuerpo, proceso que tiene que ver con lo que él llama la doble metamorfosis” (2008:236).
Donde, esta doble metamorfosis debe entenderse como: la traducción de lo político o económico en parental y de lo parental en diferencias de estatuto entre los sexos: consecuentemente, las relaciones sociales son diferencias sexuales, en el fondo, esto manifiesta quien tiene el control o quien determina las reglas del juego.
A esta idea sobre el cuerpo, encontramos las ideas de Bourdieu donde la construcción simbólica del cuerpo no se reduce a una idea performativa, es decir que conduce a cambios profundos donde el parentesco bajo estos parámetros busca socializar lo biológico y lo biológico como agente importante entre la sociedad. Es decir, manifiesta que existe un orden jerárquico en las relaciones de los sexos y que el intercambio de mujeres tiene una connotación de mercado.
Con lo anteriormente mencionado para Bourdieu, “el parentesco configura una autentica economía política de la reproducción, para el que las mujeres, sujetas al aparato médico y jurídico, se convierten en agentes pasivos de la reproducción, tal como ocurre en nuestra sociedad respecto del aborto y el uso de las reproducción asistida” (Olavarría, 2008: 237).
Otro aspecto a tomar en cuenta sería la repatriación, elemento que ha llevado a los estudios de parentesco a su nueva etapa. La repatriación se relaciona con todo el arsenal que se ha hecho sobre las diferentes técnicas de reproducción, que han sacado a la superficie las viejas ideas biologicistas.
Así mismo, El uso de nuevas técnicas de reproducción, no representa una mejor condición para las mujeres en cuanto a la posibilidad de tener autonomía reproductiva. Nuevas técnicas que se entienden en cuanto a una incidencia jurídica sobre las decisiones reflexionadas en cada cultura con lo que está relacionado al cuerpo de las mujeres.
Mientras tanto, sobre cualquier valoración que se pueda tener sobre el avance tecnológico en relación a los sexos no es pues, “dejar bien claro quien o quienes controlan los cuerpos de las mujeres, ya que sobre ellos se monta la institución social que denota la materia prima a todas las demás; la que se encarga de la reproducción humana, esto es, el parentesco” (Olavarría, 2008: 239). Lo que demuestra en muchos contextos es la constante manipulación que hay sobre el cuerpo.
Los aspectos esenciales en cuanto al pode, igual a control sobre le cuerpo de las mujeres, y la relación que el poder ejercía sobre otros elementos tales como: las concepciones familiares, la reproducción humana como institución (simbólico), el aspecto político, el aspecto social y finalmente el aspecto jurídico.
Además un aspecto analizado por la autora en dicho trabajo es el carácter biológico (relación madre e hijo) y tecnológico (creación de éstas para dar a los hijos en adopción).
Algo muy importante es la división equitativa en cuanto a la intervención de mujeres en el proceso de adopción.
Una mujer (ovulo), una segunda mujer (útero), una tercera mujer (cría al niño/a) y la cuarta mujer tiene el reconocimiento social de ser la madre de la criatura. Tan sólo la última puede alcanzar este prestigio por adquirir mayor posición que las tres anteriores. Ya que está puede ser parte de la clase dominante.
Así mismo, uno de los interesantes debates que se originó este tipo de relación fueron sobre las preguntas constantes: si existía el parentesco disociado de la sexualidad, es decir, un reorientamiento a los preceptos clásico de la antropología.
Olavaria Maria Eugenia, Poder Mercado y Parentesco Actual Revista de Antropología Experimental Nº8, 2008 Texto 17: 235-244 Universidad de Jaén España. Disponible en Línea.