jueves, 1 de julio de 2010

¿Existe una familia? Nuevas perspectivas en antropología

Jane Collier Michelle Z. Rosaldo Sylvia Yanagisako
El artículo ha sido desarrollado por tres autoras que se realizan una pregunta simple pero que trae diferentes significados y connotaciones en cuanto a su respuesta. Quienes nos hemos planteado ésta pregunta, es simple según ya tiene concepción universalmente aceptada. Y ellas argumentan que por tanto somos incapaces de apreciar la profunda importancia de lo que son las ideologías de relaciones intimas que varia de cultura a cultura.
El ensayo está dividido en tres partes. La primera examina el significado de “La Familia” en las ciencias sociales a través del trabajo desarrollado por Bronislaw Malinowski; quien de acuerdo a las autoras convenció a los científicos sociales de que La Familia era una institución humana universal.
La segunda toma el trabajo de los científicos sociales y pensadores del siglo XIX a quienes Malinowski refutó, ya que ellas pretenden mostrar que Malinowski se equivocó al plantear a la Familia como institución humana universal, y para ellas es importante explorar el trabajo de los pensadores que no cometieron los mismos errores de Malinowski.
Y por último nos introducen en las reflexiones “correctas” de los teóricos decimonónicos para mostrar algunas implicaciones en cuanto a entender a La Familia, no como una institución concreta diseñada para satisfacer necesidades humanas universales sino más bien, como una construcción ideológica asociada al estado moderno.
Para Malinowski la familia constaba de tres características, las cuales derivaban de la función universal de la familia “crianza” de los niños. En primer lugar, las familias deben constan con fronteras claras. En segundo lugar, la familia debía tener un lugar donde sus miembros puedan estar juntos para llevar a cabo las tareas que se relacionaban al cuidado y crianza de los niños. Y por último, los miembros de la familia sentían afecto los unos con los otros.
Bajo estos elementos el libro de Malinowski sobre los aborígenes australianos dio pautas para los científicos sociales sobre el concepto de familia; el cual constituía una función universal, la “crianza” de los niños. Pero de acuerdo a las autoras esta concepción se basaba en: a) un conjunto definido de personas que se reconocían entre ellas y se distinguían de otros conjuntos similares; b) un espacio físico definido, un fuego y un hogar, y finalmente, un conjunto de particular de emociones, cariño familiar.
Según las autoras la familia como institución meramente para la “crianza” de los niños ha logrado ser duradera porque ese aspecto es una función principal de la familia; mayormente en las sociedades industriales. Pero que sin duda cuestionan el concepto presentado por Malinowski:
“…el error en el razonamiento de Malinowski es el mismo que se encuentra en todo análisis funcionalista: que una institución social parezca desarrollar una función necesaria no quiere decir ni que la función no se llevaría a cabo si la institución no existiese, ni que la función sea responsable de la existencia de esta institución…” (Collier, Rosaldo, Yanagisako, 5: 1997)
Y por tanto, las autoras toman en cuenta las propuestas presentadas por los científicos y pensadores sociales del siglo XIX. Ya que refutan la propuesta de plantear a la Familia como una institución humana universal. Y es necesaria verla desde otras aristas, además se plantean dos cuestiones importantes: a) por qué los pensadores sociales continúan creyendo en la Familia, como institución universal; y b) consiste en explorar si la tradición antropológica ofrece alguna alternativa a la visión “natural necesaria” de las familia. Entonces, según ellas a partir de realizar una exploración a profundidad de éstas dos cuestiones, podremos acercarnos a discernir “nuevas perspectivas antropológicas” para la familia en la actualidad.
Aunque las autoras, aclaran que sí bien la mayoría de científicos sociales modernos heredaron los prejuicios victorianos que tienden a unificar a la mujer y la familia como un conjunto aparentemente inmutables de necesidades biológicas dadas. Sin duda ellos entendieron que la familia como las religiones, la economía, los gobiernos o las leyes, no son inmodificables, sino son producto de variadas formas sociales. Es decir, que de acuerdo al contexto socio histórico así será la construcción y concepción de la familia.
Por tanto, la familia en su sentido moderno es concebida como: una unidad biológica y legalmente definida, asociada a la propiedad, la autosuficiencia, con el afecto y el espacio “dentro” del hogar. Concepción que según las autoras emerge de las formas sociales del complejo gobierno del estado.
Sin embargo, las autoras señalan que La Familia no se debe concebir como una “cosa” concreta para satisfacer “necesidades” concretas, sino que es una construcción ideológica con implicaciones morales, en el cual, se puede hacer un análisis más profundo del cambio histórico en La Familia americana y occidental, que el que fue heredado por los funcionalistas.
No obstante, cuando por fin le prestemos atención a la familia como unidad ideológica, podremos develar el complejo proceso dialectico entre las relaciones familiares y la Familia en sí misma.




Jane Collier Michelle Z. Rosaldo Sylvia Yanagisako. ¿Existe una familia? Nuevas perspectivas en antropología.

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