jueves, 1 de julio de 2010

“Género y Parentesco Reconsiderados: Hacia un Análisis Unificado”

YANAGISAKO, Sylvia y COLLIER, Jane
El objetivo que se plantean las autoras es revitalizar los estudios sobre el parentesco y situar los estudios sobre género en el centro teórico de la antropología, cuestionando los límites entre ambos campos de estudio. Además retoman el análisis cultural del parentesco que aportó Schneider como una herramienta básica para la comprensión de la interrelación entre el parentesco y otros dominios.
Es decir, el parentesco no es un dominio aislado y discreto de significados, sino que sus significados son atribuidos a las relaciones y acciones del parentesco derivados de dominios culturales, así mismo se incluye religión, etnicidad, nacionalidad, género, clases social y el concepto de “persona”. Simultáneamente, las autoras al igual que Schneider rechazan que las unidades fundamentales del parentesco sean las relaciones genealógicas. Por tanto, separar el estudio del parentesco de los hechos biológicos.
Sin embargo, como lo plantean las autoras no solo las ideas acerca del género son centrales para el análisis del parentesco, sino también viceversa. Aunque persiste en la convicción sobre las diferencias biológicas entre los roles desarrollados por las mujeres y los roles desarrollados por los hombres. Así mismo, los teóricos del parentesco, analistas de géneros señalan que hay consecuencias sociales especificas que derivan de estás diferencias entre hombres y mujeres.
Donde se referirá para “sexo” las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, y “género” cuando se hable a cerca de los constructos sociales, culturales y psicológicos que imponen las diferencias biológicas.
Así como es señalado por las autoras aunque los estudios de género y parentesco parten de lo que se ha venido construyendo, como los mismos hechos biológicos de la reproducción sexual, podrían orientarse en direcciones analíticas diferentes, es decir, el parentesco, al carácter social de las relaciones genealógicas; y el género al carácter social de las relaciones hombre-mujer (así también hombre-hombre y mujer-mujer). Además no debe considerarse que en todas las sociedades el parentesco crea al género o viceversa.
El primer paso para trascenderlas es tanto, comprender el modelo Folk de la reproducción humana, el cual subyace a las categorías y dicotomías analíticas que han dominado tanto los estudios de género como los de parentesco. Y también antes de aceptar que las sociedades están constituidas por dominios institucionales que son explicables funcionalmente, plantean que se debe investigar los procesos sociales y simbólicos por los cuales las acciones humanas vienen a tener consecuencias y significados, envolviendo su aparente organización en dominios sociales que parecen ser “naturales”.
Simultáneamente, parten que los sistemas sociales son sistemas de desigualdad. Según muchas definiciones, una sociedad es un sistema de relaciones sociales y valores; consecuentemente, es un sistema de relaciones sociales en el que no todas las cosas y acciones son iguales. Cada sociedad tiene “una estructura de prestigio”.
Entonces cabria cuestionarse ¿qué son los valores culturales de una sociedad? Y ¿qué procesos sociales organizan la distribución de prestigio, poder y privilegio? A lo mejor ni se encuentren los valores culturales ni los procesos sociales que discriminan entre los sexos en las sociedades. Es decir, se trataría de un sistema de desigualdad que no reconoce los géneros.
A partir de lo expuesto anteriormente, donde los sistemas sociales son sistemas de desigualdad, proponen un programa analítico con tres etapas:
a) El análisis cultural del significado. comenzar explicando los significados culturales que la gente actualiza por medio de su práctica de las relaciones sociales. Antes de suponer que las unidades fundamentales de género y parentesco de cada sociedad se definen por la diferencia entre hombres y mujeres en la reproducción social, deberíamos preguntarnos cuáles son las categorías socialmente significativas que la gente emplea y encuentra en contextos sociales específicos y qué símbolos y sentidos subyacen.
Los aspectos como el género, la sexualidad y la reproducción son tratados como símbolos, conferidos con significados por la sociedad, como lo son todos los símbolos. Estos símbolos y significados, son siempre evaluativos. Ya que la sociedad juzga los símbolos.
b) Modelos sistémicos de desigualdad. La construcción de modelos sistémicos de desigualdad se deba hacer de un tipo particular. El tipo de modelo que proponen traza relaciones complejas entre aspectos que, usando categorías analíticas convencionales, serían llamadas género, parentesco, economía, política, y religión. Tales modelos sistémicos no privilegian ningún dominio sobre otro.
c) Análisis histórico. Sugieren que la contribución del feminismo para el estudio de género y parentesco debería ser cuestionar la diferencia biológica entre hombres y mujeres, la diferencia biológica particular en la función reproductiva que nuestra cultura define como la base de la diferencia entre los masculino y lo femenino, y por lo tanto trata como la base de su relación, sea usada por otras sociedades para constituir las categorías culturales de masculino y femenino.
Al final del ensayo las autoras proponen cuestionar la universalidad de los supuestos concebidos entre la diferencia hombres y mujeres. Ya que en su mayoría los estudios de género como los de parentesco se han fundado en los supuestos no cuestionados sobre la diferencia biológica dada en los roles de hombres y mujeres en la reproducción sexual, el cual constituye el centro de la organización social del genero, tanto como lo constituye la red genealógica en el centro del estudio de parentesco.
Entonces, como investigadores tenemos que valorar los métodos y herramientas a utilizar; tanto que se acoplen a las necesidades del contexto en el cual se está investigando. Para así, realizar una trabajo importante y que pueda aportar a los estudios que se están realizando en esta disciplina.

YANAGISAKO, Sylvia y COLLIER, Jane. “Género y Parentesco Reconsiderados: Hacia un Análisis Unificado”.

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